El tratamiento de las enfermedades infecciosas se ha vuelto una tarea desafiante para el
odontólogo. El fenómeno de la resistencia antibiótica ha progresado vertiginosamente; dejando
de ser un acontecimiento inusual, hasta convertirse en parte de nuestra práctica diaria.

La resistencia antibiótica ocurre cuando un microorganismo cambia su capacidad para resistir al
medicamento, y este por lo tanto, se vuelve ineficaz. Aquellas bacterias capaces de resistir al
efecto, se las conoce como “superbug”. Este acontecimiento afecta a todo el campo médico,
provocando la ineficacia de ciertos tratamientos. Dentro de las infecciones, nos centraremos en el
campo que nos compete, la odontología.

La Asociación Europea de Endodoncia establece que, un alto porcentaje de los tratamientos
endodónticos no requieren de antibioterapia coadyuvante al tratamiento. No obstante, algunas
personas parecen sentirse mas sequras a la hora de tomarse un antibiótico sin tener que
necesitarlo. Alexander Flemimg ya advertía acerca de la drogroresistencia, de hecho, diez años
después, ya comenzaron a reportarse los primeros casos. Esta información resulta vital no solo
para determinar la magnitud del problema, sino para establecer lineas de acción de uso, en el corto y mediano plazo.