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Candidiasis en pacientes portadores de prótesis.

marzo 12, 2023 Victoria 0 Comments

La Cándida Albicans es un microorganismo saprófito, que habita de manera normal en nuestro organismo, por lo que su presencia no es indicativa de que exista una infección. Se encuentra en un elevado porcentaje dentro de la población sana, concretamente, en aquellas personas que son portadoras de una prótesis. El paso de comensal a patógeno, depende de una serie de factores predisponentes que favorecen el desarrollo de una micosis. La historia clínica y la exploración visual de las lesiones suelen ser suficientes para establecer un diagnóstico. De hecho, realizaremos biopsia casi exclusivamente en la forma “crónica hiperplásica”, ya que presenta un componente hipertrófico que les da aspecto de leucoplasia. La importancia de esta candidiasis radica en que puede evolucionar a un “carcinoma oral de las células escamosas” (C.O.C.E).

El aumento de glucosa en sangre, el hipotiroidismo o situaciones de inmunosupresión favorecen la colonización de la Cándida Albicans. Los tratamientos farmacológicos basados en una antibioterapia prolongada, corticoides o fármacos que disminuyan el flujo salival, también favorecen su desarrollo. Si el paciente además no limpia bien la prótesis, el microorganismo comienza a colonizar. Clínicamente nos encontramos con formas agudas y crónicas, diferenciándose en el tiempo; o superficiales y sistémicas, distinguiéndose por su extensión. A continuación, vamos a desarrollar las dos formas clínicas más típicas.

Candidiasis aguda pseudomembranosa o muguet.

Son lesiones blanquecinas en forma de manchas o placas, que se desprenden al raspado. Al paciente no le duele, de forma que, muchas veces somos nosotros los que la descubrimos en la consulta. Aparecen en cualquier localización de la mucosa oral y ocasionalmente pueden presentar halitosis como único síntoma. Es típico en pacientes que han recibido un tratamiento antibiótico prolongado o como primera manifestación en personas con SIDA.

Candidiasis aguda eritematosa o atrófica.

Se caracteriza por la aparición de una mucosa delgada, de color rojo brillante. Se observa una imagen “en espejo”, en la que parece que la lengua se refleja en el paladar. Este sí que suele ser un motivo de consulta, ya que produce dolor y escozor en la mucosa oral. Tanto la forma pseudomembranosa, como la eritematosa, responden bien al tratamiento. No obstante, la elección de un mal tratamiento puede cronificar la infección.

Lesiones orales asociadas a Cándida Albicans.

Por otra parte, existen tres lesiones asociadas a este hongo: la queilitis angular, la glositis romboidal y la lengua vellosa negra. La glositis romboidal recibe el nombre por la forma que presenta, originándose por la cronificación de una candidiasis. La lengua vellosa cursa con una hipertrofia papilar, donde se favorece la retención de bacterias y sustancias, pudiéndose originar una sobreinfección.

¿Cómo evitar el desarrollo de una candidiasis?

A la hora de seleccionar el tratamiento es importante averiguar la existencia de factores predisponentes y atacar sobre ellos, aplicando luego el tratamiento médico correspondiente. Me gustaría precisar, que en todo momento estamos refiriéndonos a prótesis antiguas, mal ajustadas a las encías o con mala higiene. No se trata de un proceso que ocurra de manera habitual en aquellas personas portadoras de una prótesis. Es muy importante mantenerla en unas condiciones higiénicas adecuadas. En el caso contrario, se darían unas condiciones de humedad y temperatura adecuadas para el desarrollo de una micosis. No se debe usar la prótesis por la noche, teniendo que limpiarla después de cada comida. Ajustaremos la prótesis en la consulta o realizaremos rebases para que no se irriten los tejidos, en el caso de que fuese necesario. Si la persona tuviese una enfermedad sistémica, como la diabetes, es importante tenerla controlada y visitar con frecuencia al médico o dentista.

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